Eduard Bello y Gabriela Brito, una historia de amor a toda prueba

Mariann García |  @MariannGarcia

El futbolista venezolano que anotó dos goles, pidió matrimonio y se lesionó. Un titular que se repitió en los medios de comunicación más reconocidos del mundo junto al vídeo en el que Eduard Bello, jugador de Antofagasta, tras anotar un gol ante Everton en la primera división de Chile, corre a la tribuna con su afro frondoso y le da un anillo a su novia Gabriela Brito. Algunos se reían de la situación y otros expresaron su lamento por la baja del goleador. La pareja lo asumió como una prueba que Dios les colocó para saber si eran capaces de superarla. 

La tarde primaveral del domingo 28 de octubre de 2018, en el estadio Sausalito de Viña del Mar, aún está en las memorias de Eduard y Gaby. “Yo no me creía lo que estaba viviendo, nunca me imaginé que él fuera a hacer algo así”, recordó la tímida jugadora de vóley playa de la selección de Venezuela.

El atacante ya tenía la sorpresa preparada, solo faltaba que siguiera la racha goleadora,  y así fue. A dos minutos del comienzo, Bello marcó el primero y aprovechó para pedirle matrimonio a la mujer que había conocido cuatro años atrás (2014) en una villa olímpica en la ciudad de Valencia, en la zona central de su país. Al volver al campo, el árbitro le mostró una tarjeta amarilla, pero qué importaba si su futura esposa le había dicho que sí. El segundo gol lo anotó antes de irse al descanso para igualar el marcador (2-2).

Sus estadísticas marcaban trece goles en el torneo chileno, cifra que se estancó al minuto 70. Eduard chocó con un rival y se fracturó el peroné de la pierna derecha.  Su equipo perdió 3-2 y cayó al cuarto lugar de la tabla. “Yo solo quería ver a Gaby, sabía que su abrazo iba a recomponer todos mis sentimientos. Me ayudó mucho el estar con ella y nuestros pastores. Aunque suene loco porque me lesioné, fue un día lindo y yo me quedo con lo hermoso del pacto que hicimos con Dios al unir nuestras vidas”, reflexionó uno de los protagonistas de la historia que se hizo viral en Chile y otros países.

Los recién comprometidos debieron nadar en un mar revuelto de problemas.  Al futbolista lo operaron y le dijeron que estaría de baja entre tres a cuatro meses. Por su parte, la voleibolista trataba de no deprimirse al ver cómo su selección pasaba de ser segunda en el ranking suramericano a última, porque las autoridades venezolanas no les daban el dinero para asistir a las competencias.

“Si no fuese por Eduard y sus palabras, la verdad hubiese dejado todo”, enfatizó la atleta de 25 años al estar extenuada de una situación que la hecho pensar si vale la pena tanto esfuerzo. Brito ha representado a su país en circuitos mundiales, campeonatos suramericanos y centroamericanos. Además, fue parte del equipo que clasificó a los Juegos Olímpicos Río 2016. Hace un año, cuando su novio fichó con Deportes Antofagasta (enero 2018), la atleta tuvo que solicitar un permiso para vivir en otro país.

Durante esa batalla de superación por no derrumbarse frente a los obstáculos, la pareja, que utiliza en todas sus redes sociales el hashtag  #YoJuegoparaCristo, se refugió en el versículo 4:9-12 de la Biblia: “Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle…” Los creyentes se apoyaron y entre bromas se levantaban el ánimo cuando alguno de los dos estaba triste.

Pero no todo fue tan gris, a finales de noviembre, el Círculo de Periodistas de Chile eligió al artillero como mejor deportista extranjero. “Fue muy gratificante que reconocieran mi año. Yo me renuevo con mis pensamientos y me gusta crecer”, comentó el joven de 23 años que debutó con su selección el 12 de septiembre de 2018 en un amistoso ante Panamá.

Los venezolanos volvieron a su tierra para casarse por civil el 14 de diciembre y el 28 en la iglesia cristiana. El mirandino tenía casi un año sin ver a su familia y confesó que ese reencuentro le hizo sentir que todo estaría bien. En medio del festejo, el vinotinto seguía consecuente con sus ejercicios de recuperación en compañía de su ahora esposa.

El deporte los unió y disfrutan compartir tardes de vóley o fútbol en la playa. Al llegar a Antofagasta, Gaby solo podía entrenar con Bello porque nadie sabía jugar. Poco a poco, los locales se acercaron a ella para aprender ese deporte exótico que veían en la televisión. Actualmente, la licenciada en educación física dicta clases gratuitas en la escuela que creó en La Perla del Norte.

La familia Bello Brito convirtió lo amargo en risas sanadoras que les permitió madurar. “Este fue un proceso muy bonito que de alguna manera lo disfrutamos. Nos tocó recargar pilas y salimos fortalecidos”, aseguró el sonriente muchacho antes de irse a la concentración de su equipo.

El goleador de Deportes Antofagasta está de regreso a su hábitat y busca mostrar su mejor versión para recibir el llamado de la selección de Venezuela y participar en la Copa América Brasil 2019. “Quiero superar lo que hice el año pasado y clasificar a una copa internacional, sé que todo eso me llevará a representar a mi país”, enfatizó, quien días antes de la lesión participó en el triunfo de la Vinotinto frente a Emiratos Árabes Unidos (2-0).

Gabriela también trabaja a diario para representar el tricolor venezolano, su objetivo es clasificar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Los esposos mezclan sus metas profesionales con las que comparten como pareja: nuevos contratos en otro país.

“El amor todo lo puede y todo lo supera”, reza parte de un versículo de la Biblia que Gaby y Eduard repiten todos los días para fortalecer su unión y avanzar en búsqueda de sus sueños, los que no se rompen por más áspero que sea el camino.

 

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