El Covid-19 es una nueva batalla contra la incertidumbre para la LVBP

Andrés Espinoza Anchieta |  @AndresEspinoza

Durante los últimos años, se ha hecho costumbre que la mitad del calendario sea el inicio de una ola de interrogantes con respecto al estado de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional y su capacidad de organizar una nueva temporada.

La situación económica y social del país, la incontenible inflación y más recientemente, las sanciones del gobierno de los Estados Unidos sobre entes del régimen de Nicolás Maduro, han significado grandes obstáculos para la realización de cada una de las últimas campañas de la pelota local; sin embargo, de una u otra forma, la LVBP ha logrado mantenerse a flote.

Lejos de un escenario más alentador, la venidera zafra 2020-2021, también rodeada de toda esa incertidumbre, trae a la mesa un nuevo inconveniente para el circuito y los ocho equipos que lo conforman: la batalla contra la pandemia del Covid-19.

“El plan que se tiene en estos momentos, seguramente, es para un inicio de temporada en noviembre, con unos entrenamientos de pretemporada que arrancarían en octubre. Es díficil visualizar el escenario con esta pandemia de aquí a cuatro meses”, comentó vía telefónica Arnaldo Machado, médico traumatólogo de los Tiburones de La Guaira. “La curva en Venezuela está comenzando a ascender, que fue lo que pasó en Italia y España en febrero”.

Luego de un largo receso, las principales ligas deportivas alrededor del mundo comenzaron recientemente a retomar actividades o cuando menos a estructurar un plan para ello, incluyendo a las Grandes Ligas, que apenas este pasado martes oficializaron la voz de “play ball” para finales de julio. Claro que no sin antes establecer un programa de chequeos médicos continuos para jugadores, coaches y personal de los equipos, como medida preventiva frente al coronavirus.

Ante la crisis que atraviesa el país sudamericano, incluso la realización de los tests más comunes puede resultar problemático.

“En Venezuela se están realizando las pruebas PCR (mucosa nasal), que son las más confiables para diagnosticar un caso positivo, pero hasta ahora, todos los tests los está realizando el gobierno”, explicó Machado. “Las entidades privadas no tienen permitido realizar sus propios tests todavía y eso obviamente genera un colapso, entonces resultados que podrías tener en tres o cuatro días, los terminas recibiendo en tres o cuatro semanas”, añadió.

Si bien la posibilidad de que el gobierno venezolano le permita a los equipos realizar sus propias pruebas de diagnóstico, con el fin de poder llevar a cabo la temporada, se mantiene como posibilidad, un nuevo problema podría surgir.

“Si los entes privados reciben el visto bueno para realizar las pruebas, la pregunta sería de dónde van a salir esos tests. Con la situación actual, realmente los equipos pueden cubrir esos gastos?”, continuó Machado, quien también es traumatólogo del club Estudiantes de Caracas del fútbol local. “En el balompié estamos tratando de seguir los lineamientos de Conmebol, que son mucho más estrictos”.

Machado señaló que bajo los señalamientos de Conmebol, todo el personal de un equipo debe someterse a pruebas dos veces por semana, los días lunes y viernes. Incluso el organismo que rige el fútbol sudamericano asignó 10 millones de dólares para los test de Covid de las federaciones que integran el organismo.

“El punto clave son las giras. Allí es cuando todo se pone a prueba”, indicó Machado. “Será una gran tarea para MLB cuando inauguren la temporada y de allí habrá que tomar nota para las ligas invernales”.

Con respecto al tema de los jugadores importados, Machado no prevé que se conviertan en un problema mayor, siempre y cuando puedan someterlos a las pruebas con el tiempo suficiente.

“Lo ideal sería tenerlos cuando menos tres semanas antes de que inicien los entrenamientos para poder someterlos a los tests, evaluar si hay algún resultado positivo y poder actuar sin comprometer al resto del grupo. Eso de que lleguen apenas unos días antes de estrenarse, como solía pasar antes, lo veo poco viable”, comentó el doctor. “Hay otros tests rápidos que son los que se están utilizando en puestos fronterizos, pero no son tan confiables, porque los pacientes asintomáticos podrían no dar resultado positivo en los primeros cuatro días de haberse contagiado”.

Aún ante la imposibilidad de pronosticar el impacto de la pandemia para los meses finales del año, la realización de un torneo de alto nivel como la temporada de la LVBP requiere de un tiempo considerable de planificación previa, lo cual complicada mucho más el panorama para el alto mando del ente peloteríl venezolano.

“Uno puede asumir que para septiembre habrá que presentar un protocolo”, dijo Machado. “Pero es una situación realmente compleja. Todo va a depender de las medidas que se tomen y que los ciudadanos las acaten, cosa que no ha pasado en Venezuela, por lo que es posible que el caso aquí sea más largo. Es impredecible cómo vamos a estar en octubre”, cerró.

 

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