Peloteros venezolanos se rebuscan para sobrellevar la crisis por la pandemia

Henderson Álvarez (@marlins)

Andrés Espinoza Anchieta |  @AndresEspinoza

Para muchos de ellos, el beisbol ha sido el único trabajo de sus vidas; su única fuente de ingresos, su única opción de llevar comida a la mesa noche tras noche.

Cuando se habla de peloteros profesionales, se suele pensar en los Bryce Harper, Justin Verlander o Miguel Cabrera, esos con contratos tan abultados de dinero garantizado que uno bien podría asumir que son capaces de vivir con comodidad por el resto de sus vidas, sin necesidad de trabajar un solo día más.

Se lo han ganado. Son la élite de un deporte que por años y años ha recompensado la excelencia con millones y millones de dólares.

El punto aquí no es juzgar a los que tienen, sino por el contrario: sacar a relucir a los que no. Es decir, mencionar a quienes la crisis actual del coronavirus ha afectado tanto como al que escribe esta nota o quienes la leen.

La pandemia del Covid-19 obligó a retrasar el inicio de la temporada 2020 de las Grandes Ligas, de su habitual mes de marzo o abril hasta finales de julio. Las pérdidas de los equipos conllevan a pérdidas económicas para jugadores, coaches y miembros del staff.

Ante esta situación nadie gana. De nuevo, el punto es resaltar a quienes pierden más. Por ejemplo, todos aquellos afectados por la cancelación de la campaña de ligas menores. Entre ellos están esos prospectos que no fueron incluidos en las plantillas de hasta 60 jugadores permitidas a cada organización de las mayores, para esta venidera campaña; talentos que no solo dejarán de percibir dinero, sino que perderán un año completo de actividad.

HABLAN LOS AFECTADOS

“Lo más importante para mí es no perder un año de desarrollo”, comentó vía telefónica el joven toletero Juan Yépez, en conversación con Deporte Today. “Mi meta principal es buscar la manera de jugar y obviamente mantenerme entrenando”, agregó.

Asimismo, es importante sacar a relucir a esos veteranos, trotamundos de la pelota, que habían hecho de la Liga Mexicana de Beisbol, circuito también suspendido por este año, su casa permanente o cuando menos su trampolín para intentar volver a los Estados Unidos.

“Esto que está pasando con el coronavirus nadie se lo esperaba”, señaló Daniel Mayora, veterano de la pelota venezolana con los Bravos de Margarita y quien tiene años de experiencia en el beisbol azteca.

Allí es cuando, de la nada, muchos se encuentran a la búsqueda de soluciones en medio de constantes problemas. Si las puertas del beisbol están cerradas en América, quizás entonces tengan que ver más allá y tocar puertas en Asia; curiosamente, el continente donde nació el virus causante de todo.

“Sigo activo, buscando oportunidades. Mi agente está trabajando en la posibilidad de encontrar alguna puerta abierta en Asia”, explicó el lanzador Henderson Álvarez. “Realmente el beisbol mexicano era como una tercera opción si no lograba conseguir algo en Estados Unidos o por Japón, Corea y Taiwán. Se han cerrado varias puertas y queda esperar por otras que se abran”, añadió.

Sin embargo, no todos consideran la pelota asiática como una posibilidad viable, por lo que resulta mejor pensar en alternativas locales, así no sea disputando encuentros profesionales.

“En una semana y media van a abrir los centros deportivos y los gimnasios en un 30% y tengo planes de darle prácticas a los jóvenes de aquí donde estoy”, dijo Mayora, quien actualmente se encuentra en la ciudad mexicana de Durango.

Ese deseo de enseñar también lo comparte su compatriota Juan Apodaca, otro constante del circuito manito.

“Me gusta enseñar, dar clínicas a los niños y pasar datos que quizás a uno no le pasaron, pero que los aprendimos en el camino. Me gusta enseñar de la manera correcta y me siento en capacidad de hacerlo”, indicó Apodaca, quien en Venezuela pertenece a los Tiburones de La Guaira. “Estaré disponible para cualquier joven que quiera mejorar. Incluso me he dedicado mucho a mi niño que tiene apenas cinco años. Nunca lo he presionado para que juegue beisbol, pero este tiempo lo he aprovechado para enseñarle cosas que sé. La pandemia ha afectado a todos por Igual. Es difícil digerir que te quiten tu forma de ingreso habitual. Esto es lo que nos permite mantener a nuestras familias”, prosiguió.

La Liga Norte de México, un circuito secundario de ese país, pero que le ha brindado empleo a varios venezolanos en los últimos años, también fue cancelada por este 2020.

“Es duro entrenar y no saber cuándo vamos a pisar un terreno otra vez. Tenemos que mantenernos fuertes como jugadores”, continuó Apodaca.

EN OTRAS LABORES

A diferencia de algunos de sus colegas, el jardinero Omar Carrizales ha tenido que apostar a trabajos ajenos al beisbol para poder sobrellevar el tiempo de inactividad en las diversas ligas del mundo.

“Me mantengo gracias a que tengo una empresa de distribución de filtros de aceite y gasolina junto a mi hermano. He estado viviendo de eso en 2020”, contó Carrizales.

El patrullero, quien se encuentra en Venezuela, aseguró que tenía un contrato con los Sussex County Miners de la Frontier League, un circuito independiente, pero que también se ha visto en necesidad de frenar su torneo gracias a la actual pandemia.

“Cuando firmé en febrero me dijeron que me iban a resolver el tema de la visa, pero pasaron dos semanas y nada. Llegó el 7 de marzo, que fue cuando establecieron la cuarentena, y lamentablemente no tengo visa”, explicó Carrizales. “Hablé con ellos hace unas semanas y me dijeron que aún contaban conmigo si había temporada, pero lo veo lejos. No puedo pensar en Asia porque tengo contrato con ese equipo. La verdad no creo que juegue fuera de Venezuela en lo que queda de año”, remató.

Para Yépez, perteneciente a los Cardenales de San Luis, su educación será prioritaria en este tiempo de descanso forzado en el ámbito deportivo.

“Actualmente estoy estudiando Business Administration en la Universidad Brecia en Kentucky. Me faltarían unas ocho clases para graduarme, lo que espero hacer en marzo si Dios quiere”, dijo el cañonero.

HAY OPTIMISMO

A pesar de todo, algunos confían en que después de esta tormenta, nuevas oportunidades surgirán.

“Todo lo que ha pasado este año representa oportunidad para el próximo”, señaló Carrizales. “Lamentablemente 2020 ha sido desastroso para los jugadores de ligas menores, pero si te pones a ver, chamos como yo que estamos fuera del beisbol organizado, vamos a tener una nueva oportunidad de ingresar al sistema si todo se normaliza”, opinó.

Y si bien los planes varían para poder mantenerse a flote en estos tiempos turbulentos, todos coinciden en que de haber temporada de la liga venezolana (LVBP), no la verán pasar desde lejos.

“Seguiré muy pendiente de cómo se desarrolle todo en Venezuela con la esperanza de poder lanzar allá este año”, aseguró Álvarez, ficha del Magallanes.

Por su parte, Mayora deja abierto el abanico de opciones para todo el Caribe. “Voy a prepararme a la espera de si hay liga en Venezuela, en la Liga Mexicana del Pacífico o en Dominicana, de donde sea que me llamen”, sentenció.

 

 

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