El regreso triunfal de Andrés Galarraga para el nuevo milenio

Andrés Galarraga

Darwin J Trejo  @darwinjtrejo

Antes de la temporada 1999 de las Grandes Ligas, Andrés Galarraga fue diagnosticado con un linfoma no Hodgkin en su tercera vértebra lumbar. Pero la convicción del “Gran Gato” de Venezuela no fue otra que volver fuerte para retomar su brillante carrera en el mejor béisbol del mundo y hacerlo de forma sobresaliente.

Galarraga no falló a su convicción y logró superar una de las pruebas más difíciles que algún ser humano puede enfrentar: superar el cáncer. Y lo logró con creces, teniendo un regreso épico en la temporada 2000 con los Bravos de Atlanta.

Volvió a los diamantes 

El retorno de Galarraga no pudo ser más perfecto, como si de una película de cine se tratara. Fue una historia digna de un héroe. En su primer juego de la campaña en el Turner Field, casa de los Bravos de Atlanta y contra su ex equipo, los Rockies de Colorado —con los que vivió los mejores años de su carrera—, conectó un dantesco cuadrangular por todo el jardín izquierdo al primer lanzamiento que vio, y así demostró que estaba completamente sano y brillando como solo un jugador de su calibre lo podría hacer.

De nuevo en el clásico de mitad de temporada

La contienda del año 2000 para Galarraga fue un sinfín de éxitos. Su buena actuación hasta la mitad de la campaña, le valió de un boleto al Juego de Estrellas que se celebró en la casa de los Bravos de Atlanta, en el cual el “Gran Gato” fue alineado como sexto en el orden y defensor de la primera almohadilla por la Liga Nacional.

Su regreso al clásico de luminarias fue como solo un jugador de su envergadura era capaz de hacerlo, aunque en su primer turno al bate, contra David Wells, falló con línea hacia el sector izquierdo al primer pitcheo. Sin embargo, en su segunda oportunidad en el plato no perdonó. Ante Aarón Sele también fue agresivo y en el primer lanzamiento conectó imparable al jardín central para recibir una sonora ovación de su fanaticada, tras ser sustituido por un corredor emergente.

La guinda al pastel 

El retorno del inicialista venezolano a los diamantes fue coronado con el premio “Regreso del Año” de la temporada 2000 en la Liga Nacional, siendo la segunda oportunidad que lograba llevarse el galardón. Dejó importantes números con promedio de bateo de .302, 28 cuadrangulares y 100 carreras impulsadas.

Andrés Galarraga regresó para abrir el nuevo milenio y decir que quedaba “Gran Gato” para rato. 

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