El Mundial quedó atrás y la selección exige mejoras para el básquet venezolano

El periplo asiático terminó. La selección venezolana de básquet arribará a su país este miércoles, con la satisfacción de haber cumplido el objetivo principal que se planteó: avanzar por primera vez a una segunda ronda de ganadores en un Mundial FIBA. Fue un motivo para el festejo y la alegría, pero también detonó actitudes reflexivas por la realidad del baloncesto en Venezuela y la gestión de quienes lo regulan.

“Motorizar”, por ejemplo, fue la palabra que el entrenador Fernando Duró llevó a cada rueda de prensa durante el torneo disputado en China. Siempre la usó, sin importar que estuviera hablando tras una victoria o una derrota.

“He conversado con autoridades del deporte, en la alegría. Necesitamos motorizar el básquet de Venezuela. No solo necesitamos una liga de 8 o 9 meses, sino también motorizar el trabajo en la formación de jugadores y entrenadores”, recordó Duró justo después de caer ante Argentina, 87-67, en el primer partido de la segunda fase del Mundial. Hizo hincapié en lo contraproducente que es para los jugadores llegar a una competición, como la que tuvieron en China, después de haber disputado una Copa LPB que solo duró 60 días.

“Hay que soñar con que alguna vez tengamos jóvenes compitiendo con equipos de Europa. Que esto no sea una sorpresa”, remató el técnico de origen argentino, recordando que la mayoría de los basquetbolistas de la selección jugaron su primer Mundial con más de 30 años.

Michael Carrera, uno de los más jóvenes del grupo y con estelares actuaciones en los duelos ante Argentina y Rusia, también se sumó a la crítica. “No soy solo yo y los muchachos en el camerino. Empieza con los niños en el colegio; esos chicos que quieren jugar baloncesto y nos miran a nosotros, pero no tienen a ese coach que los empuje. Eso es lo que necesitamos”, soltó el alero fuerte de 26 años.

También José “Grillo” Vargas, en palabras para la jefatura de prensa del equipo, ahondó en la necesidad de fortalecer las raíces del básquet: “Sabemos que tenemos que trabajar cinco veces más de lo que estamos trabajando, no solo en las categorías mayores sino también en las menores. Creo que es fundamental que ya empecemos a trabajar en las categorías menores; no solo en las masculinas, sino también en las femeninas”.

El conjunto vinotinto finalizó su paso por el Mundial de China 2019 con un registro de dos victorias y tres derrotas. Se ubicó en el puesto 14 del ránking final del evento, sobre lo que el base Gregory Vargas tuiteó: “Puesto 14. Nadie dice nada. Sin liga, ni Federación”.

EL CONTEXTO

Venezuela llegó al Mundial con el soporte de una preparación de 50 días, durante la cual se concentró en Caracas, disputó los Juegos Panamericanos en Lima, participó en el Torneo Amistoso de Verona, Italia, y llegó a China con antelación para ser parte del Torneo Atlas justo antes del campeonato del Mundo. Tuvo fogueos de alto nivel ante Turquía, Italia, Rusia y Grecia, entre otros rivales. Sin embargo, la mayoría de sus jugadores carecieron del kilometraje que podría dar una liga larga en Venezuela, un tema que abordó con frecuencia Fernando Duró.

Actualmente hay un plan sobre la mesa para que la Liga Profesional de Baloncesto dure seis meses y se complemente luego con una Copa, una Supercopa y un torneo de básquet 3×3. Esa idea contempla que en octubre de 2019 inicie el certamen liguero, pero aún no hay calendario oficial ni llamado de los equipos a entrenamiento. Esto, aunado a que es necesaria la aprobación de divisas por parte del Gobierno de Venezuela, coloca muchas trabas en el panorama.

A la par, la Federación Venezolana de Baloncesto tiene el reto de exhibir estabilidad tras un primer semestre del año lleno de inconvenientes por una división interna. Incluso, esa lucha provocó que dos grupos de dirigentes trabajaran en paralelo como si se tratara de dos entidades y no una, dejando a los jugadores en medio del conflicto.